En la vida de cualquier persona se diferencia la vida interior que cada uno tiene, algunos más rica que otros, y la vida en relación con el mundo exterior que nos rodea, es decir, la vida con los demás. Esta también en unos casos bastante más rica que en otros.
En este constante juego, se suelen disponer unas reglas que no se cumplen en todos los casos. Así la más importante se suele considerar la que dice: “haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. Aunque también es cierto que no estaría de más acogerse a la que dice:”hazte a ti mismo lo que te gustaría que te hicieran los demás. Si uno se para a pensar qué se supone que está en primer lugar, amarse a uno mismo o amar a los demás, ¿realmente hay una gran diferencia entre ambas cosas? ¿Se debe imponer una sobre la otra? Algo que sin duda deberíamos tener en cuenta es que si no nos amamos a nosotros mismos, difícilmente podremos amar al prójimo. Hay que tener mucha auto-estima antes de poder amar al que tenemos al lado, ya que si estamos llenos de odio o mal estar trasmitiremos todo esto a los demás. Sin lugar a dudas toda persona debe tener sus momentos de soledad, en los que la única compañía es la de uno mismo con sus propias ideas y pensamientos. Debemos dedicarnos un tiempo, una atención que nos permita conocernos un poco mejor. Se trata de crearse un lugar que podríamos llamar de retiro, en el que estar uno mismo con sus pensamientos y sentimientos Se trata de una necesidad humana, aunque por supuesto, algunas personas tengan una necesidad más marcada que otras. Hay que llevar a la práctica esa capacidad humana de la soledad. Resulta totalmente imprescindible conocerse a uno mismo, algo que sin duda no es nada sencillo, ya que requiere muchas horas frente al espejo de uno mismo, y por supuesto aceptar lo que uno ve, sin tratar de maquillarlo o perfilarlo. Algo que se ha repetido a lo largo de la historia es la idea equivocada que nos creamos de nosotros en la cabeza. En la mayoría de los casos lo que se produce es un auto-engaño. Esto lo hacemos por esa necesidad que tenemos de pensar bien de nosotros mismos, consiguiendo una simple distorsión de lo que realmente somos. Colocamos una venda que cubre nuestros ojos desde el mismo momento en que empezamos a mirarnos, logrando de este modo una simple imagen idealizada de lo que realmente somos. Por lo tanto debemos empezar por crearnos un verdadera idea de lo que somos, aunque sin duda alguna esto supone un estudio interminable, en el que ideas que tenías por seguras cambian, cosas que creías de una forma resulta que son de otra etc. Hay que saber observar, examinar y valorar lo que vemos. Aprendiendo a apreciar y a mejorar todo ello. Pero siempre perdonándote y siéndote fiel, ya que no hay matrimonio más fuerte que el que cada uno tiene consigo. (C.B).
En este constante juego, se suelen disponer unas reglas que no se cumplen en todos los casos. Así la más importante se suele considerar la que dice: “haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. Aunque también es cierto que no estaría de más acogerse a la que dice:”hazte a ti mismo lo que te gustaría que te hicieran los demás. Si uno se para a pensar qué se supone que está en primer lugar, amarse a uno mismo o amar a los demás, ¿realmente hay una gran diferencia entre ambas cosas? ¿Se debe imponer una sobre la otra? Algo que sin duda deberíamos tener en cuenta es que si no nos amamos a nosotros mismos, difícilmente podremos amar al prójimo. Hay que tener mucha auto-estima antes de poder amar al que tenemos al lado, ya que si estamos llenos de odio o mal estar trasmitiremos todo esto a los demás. Sin lugar a dudas toda persona debe tener sus momentos de soledad, en los que la única compañía es la de uno mismo con sus propias ideas y pensamientos. Debemos dedicarnos un tiempo, una atención que nos permita conocernos un poco mejor. Se trata de crearse un lugar que podríamos llamar de retiro, en el que estar uno mismo con sus pensamientos y sentimientos Se trata de una necesidad humana, aunque por supuesto, algunas personas tengan una necesidad más marcada que otras. Hay que llevar a la práctica esa capacidad humana de la soledad. Resulta totalmente imprescindible conocerse a uno mismo, algo que sin duda no es nada sencillo, ya que requiere muchas horas frente al espejo de uno mismo, y por supuesto aceptar lo que uno ve, sin tratar de maquillarlo o perfilarlo. Algo que se ha repetido a lo largo de la historia es la idea equivocada que nos creamos de nosotros en la cabeza. En la mayoría de los casos lo que se produce es un auto-engaño. Esto lo hacemos por esa necesidad que tenemos de pensar bien de nosotros mismos, consiguiendo una simple distorsión de lo que realmente somos. Colocamos una venda que cubre nuestros ojos desde el mismo momento en que empezamos a mirarnos, logrando de este modo una simple imagen idealizada de lo que realmente somos. Por lo tanto debemos empezar por crearnos un verdadera idea de lo que somos, aunque sin duda alguna esto supone un estudio interminable, en el que ideas que tenías por seguras cambian, cosas que creías de una forma resulta que son de otra etc. Hay que saber observar, examinar y valorar lo que vemos. Aprendiendo a apreciar y a mejorar todo ello. Pero siempre perdonándote y siéndote fiel, ya que no hay matrimonio más fuerte que el que cada uno tiene consigo. (C.B).
Pensamiento del dia de hoy....
"La vida es un camino hacia si mismo..."
(Herman Heasse)
3 tacitas de té:
"Bienaventurado aquel que ha logrado estirar lo suficiente el “hilo de plata” para trascender el yo conciente y echarse desde afuera un panorámico vistazo; porque solamente traspasando esa homérica frontera, se desliza del ojo la escama que deforma la opinión que se tiene de sí mismo"
El anterior párrafo es parte de un texto que escribió un querido amigo mío.
BESITOS
Me honra decir que he sido la visitante No. 1000 ¡FELICIDADES A TEA CUP CLUB POR EL ÉXITO DE SU PÁGINA)
No es fácil, la generalidad es poner una venda para no ver nuestros errores, de ahí que es tan importante la práctica de la conversación de nuestro Guía Interno, un abrazo,
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