
Año nuevo, vida nueva, que así sea para todas en general. Y empezaremos nuestro nuevo año del 2008 a trabajar todas juntas, compartiendo este temita alusivo a esas fantasiosas ilusiones que nos forjamos consciente o inconscientemente las mujeres, cuando no poseemos algo o a alguien que desearíamos tener. ¿Les parece?
Empezaremos por decir, que las mujeres somos románticas por naturaleza y unas soñadoras incorregibles, al grado de llevar nuestras fantasías más allá de la prudencia, el respeto, la cordura, o más allá de lo establecido en este mundo de sueños y quimeras.
La necedad por lo tanto, suele acarrearnos algunos problemas de tipo bio-psíquico, que trascienden por todos los poros de la piel, y de allí que nacen enfermedades protuberantes, tales como: La tristeza, la angustia, la melancolía, el dolor y la depresión. Incluso se conocen casos patológicos de paranoia y esquizofrenia, en los que se ha llegado al lamentable grado hasta del suicidio.
Tener ilusiones por supuesto no es malo amigas queridas, cuando las mismas no nos afectan, ni afectamos con ellas a quienes nos rodean: Al esposo o compañero, a los hijos, a la familia, a los amigos, etc. Pero cuando esas ilusiones secretas se convierten en obsesiones enfermizas, suelen representar un riesgo, un peligro para la estabilidad emocional de la mujer.
Desgraciadamente hay mujeres que han hecho de la soledad, su ensalada favorita, pero también la más dañina: ¡su más pésima consejera!. Mujeres que están tan necesitadas de afecto, tan desamparadas y cansadas de estar solas en su alma aunque estén en compañía. Se sienten inquietas y desesperadas por sentirse aceptadas, valoradas, amadas, e incluidas en los planes de cualquier hombre, sin importar que esté a miles de kilómetros de distancia geográfica, o que éste casado, separado, viudo o divorciado… ¡Ojalá fuera solterito y sin compromisos…aunque esté lejos! ¿cierto?
Pero resulta generalmente, que los hombres más deliciosos para una mujer que se siente desamparada emocionalmente, a la mayoría se les conoce por la internet y… ¡Ya están casados o comprometidos de alguna manera!. “Los solteros no tienen experiencia” –piensan y dicen ellas- engañándose a sí mismas miserablemente.
Hay hombres solteros muy educados, refinados, respetuosos, amorosos, apegados, fieles y muy protectores, pero a los pobrecitos los hemos etiquetado con una palabrita no muy grata por cierto para ellos: Les llamamos: “Mandilones”, entonces… ¿Quién nos entiende a las mujeres?
Somos tan ingenuamente pretenciosas algunas mujeres, que nos clavamos a la primera de cuentas, sólo porque nos miraron bonito, o nos dijeron palabras que pudieron haber sido muy hermosas, o nos regalaron flores, o por que tuvieron con nosotras un bello gesto de amabilidad cualquiera o una fina atención especial que nunca habíamos tenido de nadie. Obvio; todos esos halagos nos hace sentir: La reina de Escocia, o la princesa de Gales, o la Venus de Milo y hasta las Diosas del Olimpo, pero…
Amigas queridas, seamos concientes de que no se puede tener todo en la vida, y mucho menos de la forma caprichosa como quisiéramos. No siempre podemos tener al hombre de nuestros sueños en la vida. Algunas mujeres se equivocaron al hacer su elección, no resultó ser el hombre idealizado en su mente o en la orfandad de su corazón y sufren las terribles consecuencias de su error junto a sus hijos, pero no aprenden la lección: Vuelven a poner sus ojos en otro y otro y muchos hombres más inadecuados. Y lo que es peor, estas mujeres hasta se quejan de que es la vida, quién les ha sido injusta. ¿Qué culpa puede tener la vida, o Dios de nuestros errores?
Dios no castiga amigas, y la vida no puede ser injusta, cuando es ella misma quien nos ofrece una y otra y muchas veces más, la grandiosa oportunidad de poner los pies sobre la tierra, para aprender a ver y tomar las cosas como son, sin mezclar sentimientos ¿Por qué seguir soñando en amores imposibles o amores platónicos, que nos vampirizan todas las energías mentales que tanto nos desgastan el alma?
Pensamiento...
¡Ubiquémonos!, no nos extraviemos en el bosque o laberinto de nuestras ilusiones más íntimas y tomemos la bandera de nuestro espíritu para empezar este nuevo año por observarnos cuidadosamente y corregir nuestros excesos mentales y soñemos, ¡es válido!… pero sin lastimarnos ni lastimar a nadie haciéndonos ilusiones secretas, ni las atesoremos como reliquias en el alma, porque al darles vida en nuestro corazón, ellas van a terminar por devastarnos primero a sí mismas sin piedad.
Espero sus valiosos comentarios desde mi más alta consideración y respeto.