16 de septiembre de 2008

Si pudieras cambiar algo de ti misma, ¿qué sería? (Doral)

Posted by TEA CUP CLUB at 4:10 p.m.

Empezaremos este tema tan interesante, amigas queridas, recordando aquello que dicen que todos al nacer traemos una “torta bajo el brazo”…¡Qué afortunados somos!, pero conforme vamos creciendo, no vemos la famosa “torta” por ningún lado, y en cambio vamos descubriéndonos muchos defectos físicos y psicológicos que cambiaríamos al tiro, si pudiéramos hacerlo.

A ver: Veamos ésto detenidamente:

Hay mujeres que no están conformes con su cuerpo físico (el estuche que guarda a nuestro Ser), algunas porque son gorditas, otras porque se sienten muy flaquitas, otras porque no caminan como una modelo profesional, y otras no quieren salirse del pantalón porque están traumadas de sus piernas.

Hay mujeres que desde los 16 años ya están pensando en el implante de senos porque quisieran tener bubis exuberantes y sexys para verse esculturales, así se conviertan en “mujeres de plástico”, o en el peor de los casos, se arriesgan a cualquier cirugía plástica para reducir las famosas “chaparreras”, o los molestos “rollitos y llantitas” en el vientre. Otras se hacen inyectar silicón en los labios para tenerlos sensuales, etc.

¿Y qué decir de aquellas que viven probándose pantalones y más pantalones, y no se encuentran las pompas por ningún lado, ¡jo! –qué ironía decirlo así- pero amigas, hay quienes que hasta se atreven a ponerse un short bajo el pantalón para verse más exóticas. Pero con otras, sucede todo lo contrario al probarse pantalones (como alguien que yo conozco jeje), que tan pronto se meten en un pantalón y al mirarse en el espejo… ¡Dios mío!, hasta se espantan de verse tan “petaconas”. ¿Quién nos entiende a las mujeres?

Otros mujeres viven inconformes con sus ojos porque no son del color que quisieran tener y lo solucionan de volada cubriéndolos con lentes de contacto de todos colores y sabores y maquillándolos con bastantes sombras compactas, delineadores y rimel.

El pelo lo disfrazan con extensiones largas o cortas, o aplicándole tintes del color y marca que más les gusta, aunque tengan que pagar la marca.

Y las manos… ¡Ay, las manos! que quieren lucirlas “como de artista” y se van a donde la amiga estilista a que les coloquen uñas postizas de acrílico o de cristal y hasta decoradas con figuritas de colores y pedrería, aunque al llegar a casa, batallen hasta para usar el papel higiénico.

Todo este circo, maroma y teatro, por mencionar algo; trae a algunas mujeres de cabeza, sin dormir y a la cacería de cualquier producto nuevo que les recomienden en la primer farmacia de la esquina, y yo me pregunto: ¿Pero qué nos pasa amigas?

Otras mujeres más prudentes en el mundo, se preocupan más por su personalidad y su carácter: Unas son introvertidas, que quisieran ser más sociables y no se atreven, y otras más sociables que darían la vida por pasar inadvertidas para el mundo.

Y mujeres hay muchas que ya parecen “discos rayados” con sus quejas, eternos lamentos y cancioncitas repetidas: “Es que soy pobre, es que soy fea, es que estoy enferma, es que soy torpe, es que no tengo suerte” ¿Por qué no nací bonita? ¿Por qué no soy más rica? ¿Por qué soy tan delicada y enfermiza? ¿Por qué ella tiene más suerte que yo?… Caray; y hasta reniegan de su propia existencia, darían cualquier cosa por ser diferentes, y hasta hubieran deseado haber nacido “siendo hombres”…”Los hombres no sufren tanto como las mujeres” –Dicen- y lueguito encuentran su chivo expiatorio culpando al destino o preguntándose: ¿Por qué Dios me hizo mujer?

Vemos muchas veces que algunas mujeres lo tienen todo y nosotras no tenemos nada ¿y qué?, posiblemente esas amigas desearían ser mil veces como nosotras ¿se han puesto a pensar de esa manera? Cuántas mujeres en el mundo se atreven a decir: ¿Por qué Dios no me dio fuerza, carácter y decisión en vez de ser bonita y tenerlo todo?
Amigas queridas; recapacitemos seriamente en todo ésto; ¿Por qué no aceptarnos tal cual somos? ¿Por qué no conformarnos con lo que Dios nos ha regalado a cada cual?.

Aprendamos a responder con seguridad cuando alguien nos pregunte: ¿Cómo estás? -¡Bien, gracias… pero ni modo!-

¿Ustedes qué opinan amigas?
Mis Respetos y cariño.
Doral.

9 tacitas de té:

Anónimo dijo...
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Ligia on miércoles, septiembre 17, 2008 9:04:00 a.m. dijo...

Yo me acepto tal cual soy porque ya estoy acostumbrada, pero de vez en cuando me miro al espejo y me gustaría cambiar algunas cosas. Sinceramente. Besos

Abril Lech on miércoles, septiembre 17, 2008 4:45:00 p.m. dijo...

Hola Chicas!!!!

Qué lindo post para tratar un tema que me parece tan importante.

es absolutamente cierto loq ue plantea el inicio del artículo: Muchas de las cosas que somos por fuera y por dentro no nos gustan del todo, o definitivamente nos disgustan.

Pues bien. Hay una noticia excelente. Cada día podemos elegir SER y HACER de nosotras exactamente lo que querramos.

Se nos ha dado la opción de ELEGIR cada minuto de nuestra vida, probar, si no nos gustó deshechar lo probado e intentar otra cosa. Y evolucionar en ese camino de autoconocernos y regalarnos el maravilloso regalos de SER felices y SER lo que realmente

Abril Lech on miércoles, septiembre 17, 2008 5:43:00 p.m. dijo...

...Queremos ser (se me chispoteó un ENTER que me publicó el comentario sin terminar, perdón!)

CONTINÚO:

Cuando dices que "hay mujeres que no están conformes con su cuerpo físico" yo te diría que ninguna mujer de las que yo conozco están totalmente conformes con algo de su cuerpo. Y a mi no me parece nada mal que cuerpo y espíritu sea cuidado, querido, abrazado y si la persona lo cree necesario mejorado si eso la ayuda a sentirse mejor. Claro que no es lo único! El SER INTERIOR es básico y fundamental, pero el "estuche" como tú lo llamas no es menos.

Si operarse los senos ayuda a una mujer a sentirse más femenina, ¿cuál es el problema con eso? Yo no creo que arreglarse una parte del cuerpo las convierta en “mujeres de plástico”. Ese tipo de mujeres que mencionas son las adictas a las cirugías. Cuyo problema en realidad es la adicción, y no el plástico o el retoque que multiplican exponencialmente.

Durante muchos años se nos enseñó que hay una dicotomía entre cuerpo y espíritu, como si ocuparse de uno necesariamente implica descuidar al otro. Yo descubrí que las personas que "se abandonan" en su cuerpo primero lo hicieron en su espíritu y en realidad una cosa es reflejo de la otra.

La inconformidad es propia del ser humano, y lo único que la conforma es vover a la ESENCIA desde la EXISTENCIA para que todo sea una misma cosa en eje, armonía y equilibrio. El afuera y el adentro. No deben verse como antinomias, en mi opinión.

Si para cambiar algún rasgo interno de personalidad alguien necesita efectuar un cambio en su aspecto exterior, ¿Eso es criticable? ¿A quién le molesta? A mi el comenzar a hacerme las uñas esculpidas no me volvió más superficial, ni mas tonta, ni menos espiritual, no afectó mis conocimientos teológicos, científicos ni humanos, no modificó mi religiosidad ni me convirtió en una mujer plástica... pero en cambio me ayudó a volverme más femenina, a sentirme mas segura al usar mis manos, a poder moverme con otra elegancia, y sin batallar con el papel higiénico, porque a todo se aprende...

Hay una mirada negativa en este post sobre lo corporal que me parece que olvida aquello que "el cuerpo es el templo del alma" y por ello está muy bien cuidarlo, quererlo y mejorarlo.

Yo soy una mujer prudente. Una buscadora incansable de una espiritualidad profunda que me permita evolucionar, alguien que en el día a día intenta perfeccionarse en el amor, en las virtudes interiores, tengo fuerza, tengo carácter, soy inteligente y justamente por eso, para no quejarme ni lamentarme cuando algo mío no me gusta: sea físico, espiritual, personal, de elecciones cotidianas, etc, simplemente lo cambio.

Sin prejuicios.

Sino es una rueda viciosa y una falacia final.

SERHUMANA on jueves, septiembre 18, 2008 1:53:00 a.m. dijo...

Hay cosas que modificarlas implican un cambio interior para bien y esas cosas si esta bueno cambiarlas. Crecer. Y yo diria, que antes de cambiar el envase, fijarnos si no podemos cambiar o crecer interiormente, quizas ese cambio nos amigue con nuestro envase.
Y tenes razon, una quiere ser como la otra y la otra como una. Es asi. Hasta que nos damos cuenta que tenemos el cuerpo que tenemos, y a todas nos aprietan los zapatos!!!!!!!!!!!! Besos!!!!!!!!!!!!

KL@U on jueves, septiembre 18, 2008 1:44:00 p.m. dijo...

ME GUSTA COMO SOY EN GENERAL Y NI AHI QUE SOY 90-60-90.
CREO QUE PASA POR LA SEGURIDAD QUE CADA UNO POSEA.
PERO SI TENDRIA QUE CAMBIAR ALGO DE MI CUERPO SERIA MIS PIES Y MANOS YA QUE CONSIDERON QUE SON MUY GRANDES Y GORDITOS!!!

QUE PASA QUE YA NO PASAS POR EL BLOG,TE ESPERO!!!

Abuela Ciber on viernes, septiembre 19, 2008 9:37:00 a.m. dijo...

Precioso post
Dire que es necesario cultivar nuestro espiritu para ser sabias y no permitir que el entorno ni el bombardeo publicitario amargue nuestras vidas, haciendonos creer que no somos perfectas.
Gracias por visitarme
Cariños

Nancy Fabiola Velasquez Cosenza on sábado, septiembre 20, 2008 9:41:00 p.m. dijo...

Ya no puedo pensar que me gustaria cambiar es algo que ya no puedo hacer ...pero si sacar personas de mi vida eso si lo haria ..jaaja besitos nancy

Anónimo dijo...

Me amo mucho..como para estropear la obra que Dios hizo conmigo...lo que tengo claro es que que la gente descrimina por todo y eso hace inseguro a quien no tenga firme sus valores y los haga valer...si alguien no me trata por ser gorda o flaca..por ser negra o rubia..que pena por ellos!! que no alcanzaron ..no intentaron caminar por los bellos caminos de mi mente y corazon...que eso si hay que mantenerlos bellos..frescos y positivos!! Y si alguien se atreve a no darme trabajo por no cumplir el standar de ser perfecta ( que nadie lo es)...tengo la suerte de decidir ser independiente y demostrar que si se puede!!! Siempre pa lante mujeres!!!
Un abrazo!!

 

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